Muchas refinerías utilizan crudos más baratos y difíciles de procesar para mejorar sus márgenes de beneficio. La cantidad de dichos crudos baratos en el mercado es cada vez mayor, si bien suponen un riesgo para el comprador a causa de, por ejemplo, un alto contenido de ácidos nafténicos y de azufre. Los compuestos de azufre y los ácidos nafténicos son algunas de las sustancias que contribuyen a la naturaleza corrosiva del crudo y los productos derivados del petróleo. Por este motivo, el riesgo de corrosión se incrementa al procesar crudos con un alto contenido de ácidos nafténicos y azufre. En el procesamiento de estos crudos, las refinerías deben ponderar la ventaja de costes frente al riesgo que suponen y los costes asociados al control de la corrosión. Para controlarla, resulta crucial una determinación fiable del índice de acidez. Nuestros autores invitados, Bert Thakkar, Bryce McGarvey y Colette McGarvey de Imperial Oil y Larry Tucker y Lori Carey de Metrohm USA, participaron en el desarrollo del nuevo método ASTM D8045 para la determinación del índice de acidez. Aquí informan sobre el método y la forma en que surgió.
